lunes, mayo 18, 2009

Tributo a un día en que fui feliz a pesar de todo



Hoy
fue un día tan bello
como la mejor interpretación de Klaus Nomi
en el apartamento de noventa metros cuadrados
ventanas dobles
y alfombra gris.
Noviembre en Bremen.
Llovían líneas de fiebre helada.
Ilse decía es poco para cuatro personas.
Jörg se pinchaba y reía.
Reía y se embocaba otra birra caliente.
Yo lloraba y planificaba nuestro casamiento en Dinamarca.
Vos caminabas callado como nunca te había visto y
dibujabas les musiciens:
el burro, el gallo, el perro y el gato
o al revés.
Klaus nos esperaba a la noche, con su Cold Song:
Let me freeze again to death

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